La energía inagotable de Mara.

La energía inagotable de Mara.

Un día entero de diversión, un día de fotografía.

Ni siquiera el sol, ni todas las baterías que llevaba conmigo, o el transcurso de las horas, pudieron hacer mella en la mirada radiante y la energía que desprendía la pequeña Mara. Para qué hablar de diafragmas, velocidades de obturación o la intención buscada con uno u otro encuadre si la luz era perfecta ese día y la compañía ideal.

A veces las historias no son enormes e inabarcables, ni son lejanas, ni se encuentran en países exóticos. A veces, simplemente, las historias se cuentan desde cerca, desde los lugares conocidos pero explorados de nuevo con la vitalidad de quien se sorprende con cada imagen capturada de si misma, con cada sonrisa inesperada, o con cualquier camino recorrido, hoja movida por la brisa o flor que cae en sus manos.