Nosotros.

Un viaje al Sudeste Asiático

Álvaro Bueno

Fotografía documental de mundos perdidos asombrosos.

Nosotros es un proyecto fotográfico y documental, realizado a través del Sudeste Asiático, en el que se combinan los retratos de decenas de personas anónimas, junto con instantes irrepetibles de sus vidas y las fotografías de los entornos que habitan.

Campos de arroz en Sulawesi Meridional, Indonesia. Álvaro Bueno.

Tema y explicación.

Un largo ejercicio de contemplación sin protocolos.

Nosotros es un proyecto de fotografía documental, con tintes de fotoperiodismo, producido durante siete meses en el Sudeste Asiático. Combina el retrato de personas, convertidas en protagonistas anónimos de la narración, con los instantes irrepetibles de sus vidas y las fotografías de los entornos que habitan, proveyéndolas así de un espacio y un contexto. Este proyecto se convierte en un ejercicio de antropología visual que, de manera transversal, vislumbra indirectamente y a lo largo de toda la serie de fotografías que lo conforman, una serie de temas comunes al género humano, que son: el campo, lo agrícola y la tierra, las creencias y los sentimientos, el movimiento vital de personas dentro y fuera de las poblaciones, la pesca como sustento generalizado, los pequeños y la juventud, los mercados como lugares de intercambio, y el esfuerzo del trabajo como actividad universal.

Origen y motivos de este proyecto.

La curiosidad frente al miedo.

Me gustaría, antes de seguir, realizar una pequeña retrospectiva hacia una serie de ideas y sensaciones a partir de las cuales surgen otras nuevas, impulsoras de este proyecto.

Hace un tiempo empecé a sentir que mi capacidad de asombro se diluía, convirtiéndome poco a poco en alguien aletargado, e incluso indiferente ante la violencia del mundo. Sumergido en el ruido continuo de la sociedad, con sus excesos y cegueras, con su creciente uniformidad falsa, discrepante y plastificada, con el miedo inoculado durante años por intereses de terceros, y el griterío frente a lo desconocido, a lo ajeno, a lo diferente, viéndome a mí mismo sin juicio propio, me preguntaba dónde se había ido la curiosidad.

Durante el letargo te rebelas cada cierto tiempo y despiertas del sueño inducido en un mundo intrigante. Buscas respuestas y encuentras tesoros narrativos sobre mundos lejanos que llegas a idealizar, compartiendo con los mismos las conclusiones que de ellos emanan: paz, comprensión, respeto, humildad, concordia, como la pionera y asombrosa colección fotográfica de Los Archivos del Planeta, o la colección de La Familia del Hombre o la visión fotográfica de AFAL, todas por su contexto y aspecto exótico, y por ser de sobra conocidas desde hace décadas entre muchas otras obras fotográficas. Despierto entiendes por fin que la fotografía es narrativa y una de las formas que adopta la curiosidad. Despierto, con la fotografía, sientes que la vida se estira de una manera tan satisfactoria que quedas atrapado en su espacio irremediablemente, un espacio que decides recorrer.

Que el verde continuo te siga todos los días de tu vida, que los caminos difíciles lo sean para que las sonrisas te saluden al final de los mismos, que las experiencias del viaje te enseñen que no son ellos, sino que siempre hemos sido Nosotros.

Jinete en el Parque nacional de Bromo Tengger Semeru. Java Oriental, Indonesia. Álvaro Bueno.
Amanece sobre la caldera volcánica del Bromo. Java Oriental, Indonesia. Álvaro Bueno.

Conflictos: el entorno, la estética y la técnica

Entre lo lejano y lo cercano.

Nosotros es un proyecto fotográfico que no hubiese sido posible llevar a cabo por Europa o por España, el entorno habitual en el que vivo. Primero por la falta de autocrítica y el letargo en el que sentía que estaba sumido en el momento de iniciar el proyecto, y segundo por la imposibilidad subsiguiente de hallar singularidades claras a través de las cuales mirar en profundidad y descubrir, por contraste, las analogías que nos unen a todos como seres humanos.

Entre los huecos que dejan las singularidades, se intuyen las analogías, lo común a todos los seres humanos que un día partieron del mismo punto y se diseminaron por la Tierra. Ya era hora de encontrarnos.

En definitiva, este proyecto observa a través de la fotografía, más allá de la estética y como vehículo del mensaje, una serie de mundos lejanos y perdidos, habitados por personas muy diferentes, para comprender mejor el mundo cercano y lo que los une.

La estética de los retratos y las imágenes elegidas tratan de alejarse de los cánones visuales, introduciéndose de lleno en un conflicto entre lo técnico, entre el complicado y a veces imposible hecho de observar sin modificar lo observado, y entre la dificultad del instante en entornos agrestes, desacostumbrados, comprometidos para transitar física y emocionalmente, y casi siempre llenos de distracciones, muchas veces tan asombrosas que dificultan fijar la mirada o aproximarse al tema, obligando a aprender en cada momento siguiendo la intuición.

La técnica fotográfica utilizada está siempre a disposición de la calidez humana y las miradas que se descubren, a veces, en cada uno de los momentos captados, y de lo introspectivo de los mismos, con simplicidad e instinto. Las composiciones son crudas y por lo general frontales, se utilizan aperturas de diafragma que proporcionen una profundidad de campo adecuada y velocidades de obturación por lo general altas, evitando trepidaciones o desenfoques inadecuados. La luz, es siempre natural. La postproducción final no altera la imagen original, se limita a lograr el mayor rango dinámico posible en la imagen final resultante.

Conclusión alcanzada y aprendizaje.

Lo diferentemente cotidiano.

Lo compartido por la humanidad es cálido, cotidiano a todos y sin embargo, es sorprendentemente diferente. Tras esta revelación, surge una conclusión, una idea poderosa, y es que en un mundo cada vez más y más accesible, las singularidades que nos hacen especiales como individuos, o como sociedades, se pierden, apagándose por consiguiente la curiosidad, extinguiéndose el deseo de la exploración y el descubrimiento verdadero. La globalización, con su geometría hiriente y sus escalas ajenas, conecta pero no une, amplía pero empequeñece.

Este proyecto fotográfico explora con humildad y trata de manifestar, antes de que se pierda, la libre relación del ser humano consigo mismo y el entorno que le rodea. Estas fotografías, tomadas a lo largo de un viaje en solitario por siete países del Sudeste Asiático durante siete meses seguidos, son el resultado de afrontar todo tipo de situaciones, emociones, y transformaciones físicas y personales. Son quizás una pugna entre el miedo a lo desconocido y la creciente sensación de que lo que nos une a todos como personas, es exactamente lo que nos diferencia, son prueba, quizás, de la existencia de un enlace común a la humanidad, útil a la comprensión, más allá de cualquier costumbre, cualquier cultura, cualquier idioma o cualquier creencia.

Difusión del proyecto.

Comunicar el descubrimiento.

El mensaje que subyace en este proyecto de fotografía, independientemente de que algunas personas puedan percibirlo como complejo o simple, e independientemente de lo afortunada que sea la explicación del mismo en esta página o en otros sitios, no cambia la obligación final autoimpuesta de su difusión por todos los medios posibles. La conexión emocional con el mismo, la intensidad de la aventura y esfuerzo que supone una producción fotográfica como esta, así como la enorme revelación a la que el proyecto empuja definitivamente, y una vez visualizado con calma en su conjunto, no pueden quedar en el olvido. Es una obligación compartir lo descubierto de una realidad existente y singular, que se hace más diferente cuanto más lejos se camina y que, sin embargo, se vuelve tan cotidiana, acogedora y cálida cuando se experimenta. Por desgracia, esa realidad y su bondad queda muchas veces oculta por los tortuosos caminos que adoptan las sociedades debido a sus miedos a lo diferente, intrincando así las vidas de las personas con el ruido y lo superfluo, e imposibilitando un enlace de respeto entre diferentes mundos, que sería capaz de proveer paz, comprensión, humildad y concordia.

Amplificar el mensaje que emana de este proyecto supone aprovechar todos los canales posibles disponibles. Desde el uso de redes sociales y sus herramientas de marketing y promoción, desde la prospección y el contacto continuado con todos los medios de comunicación públicos y privados que tengan ámbitos sociales y culturales susceptibles de interesarse por el contenido de este proyecto fotográfico y su conclusión, desde el uso también de otros canales más clásicos y tangibles como son las instalaciones y exposiciones fotográficas que se deriven, y que pueden desarrollarse en diferentes espacios cedidos por parte de entidades públicas o privadas, ya sean estudios, fundaciones de arte, áreas de cultura, galerías privadas, etcétera, hasta un soporte clásico muy memorable y capaz de aportar una dimensión más real, como es el libro, vehículo publicado tras un proceso de autoedición y diseño propio en el caso de este proyecto.

Instalación y exposición.

Nosotros es un proyecto fotográfico de tipo documental, y uno de los canales de difusión del mismo es la instalación y la exposición de la obra que lo conforma. Al igual que el libro sobre las manos del observador, la realidad física y tangible de una exposición aporta un grado extraordinario de cercanía e inmersión para los visitantes de la misma, que se hace inalcanzable en los entornos digitales, sumidos muchas veces en la distracción continua y el consumo exagerado de información que diluye y mezcla cualquier mensaje original del proyecto con el ruido de fondo.

La exposición de la obra debe caracterizarse por la sobriedad y la ausencia de artificios o excesos materiales. El espacio de la exposición debe ser neutro para no interferir con el contenido individual de cada fotografía o del conjunto de la serie expuesta y, en función de las características físicas de éste, se instalarán un mayor o menor número de fotografías, tratando de, en la medida de lo posible, mantener un aspecto de tres filas por columna y alternando, para evitar la monotonía, diferentes tamaños de fotografía, todo en base a decisiones narrativas de cara a proporcionar continuidad al mensaje y a la conclusión de la obra. Otro aspecto importante de la exposición es la iluminación, ésta debe ser uniforme, difusa y con una temperatura de color similar a la luz del día, también debe situarse de tal manera que los ángulos de reflexión de la luz no interfieran con la línea de visión del observador hacia la fotografía. Por otro lado, el proyecto fotográfico es de carácter documental y no se persigue la perfección de la técnica o del color, ni siquiera se plantean materiales que puedan estar homologados museísticamente, pero éste debe desarrollarse dentro de un rango mínimo de actuación para obtener la correcta visualización del contenido y, como ya se ha mencionado, lograr la continuidad del mensaje y de la conclusión de la obra.

Un libro de FotogrAfía documental para asombrarse

Frente al miedo, la curiosidad. La búsqueda de lo desconocido.

Un proyecto que adopta la forma de un libro de fotografía de 30 x 30 centímetros de tamaño, impreso a color, en tapa dura y 136 páginas donde se revela una poderosa idea que no te dejará indiferente.

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Un proyecto de fotografía documental de más de cien fotografías de personas anónimas y su entorno, a través de miles de kilómetros recorridos, fronteras cruzadas a pie, a lo largo de siete países del Sudeste Asiático, durante siete meses seguidos afrontando todo tipo de situaciones, emociones y transformaciones físicas y personales. 

Una pugna entre el miedo a lo desconocido y la curiosidad por encontrar otra realidad. El hallazgo de los huecos que dejan las asombrosas singularidades de cada nuevo mundo y de cada persona, a través de los cuales intuir las analogías, lo común a todos los seres humanos, estemos donde estemos y seamos quienes seamos.

Sobre el autor.

Álvaro Bueno.

Álvaro Bueno se dedica a la fotografía documental, creativa y a la creación audiovisual desde hace años. Iniciado en la gráfica publicitaria y formado en fotografía fija y para cine, realiza además, para ganarse la vida, labores de diseño de contenidos, productos y servicios en diferentes agencias de marketing y empresas. Actualmente está creando de manera simultánea varios proyectos de fotografía y vídeo documental, entre ellos también, ESCAPE. Fragmentos del Sudeste Asiático.

Una declaración de intenciones.

La curiosidad es inherente al aprendizaje y la exploración que surgen del deseo de conocer. Para aprender es necesario mirar en un sentido amplio de la palabra y, el proyecto de fotografía Nosotros supone para Álvaro un antes y un después como fotógrafo y como persona. Durante su creación se asienta el compromiso con la fuerte idea de la capacidad transformadora de la imagen, del convencimiento de los demás con los hechos y la realidad documentada, y del poder de la serie fotográfica como herramienta para el análisis y la obtención de conclusiones racionales y emocionales importantes que ayuden al entendimiento de las personas, su existencia y los entornos que habitan.

De éste proyecto se desprende la idea primordial de que la curiosidad debe vencer al miedo, y de que las sorprendentes singularidades que hacen especiales a cada persona, lugar o sociedad, las cuales, se concluye también, están en peligro de extinción frente a la civilización global, son en realidad los puntos de unión compartidos por toda la humanidad. Una pérdida irreparable que acontece con el transcurso de los años.

Una breve biografía.

Álvaro Bueno, Zaragoza, 1983. Tras una niñez llena de dibujos y garabatos, y una adolescencia imaginativa marcada intensamente por diferentes cambios de vida y de ciudad, comienza su aprendizaje de gráfica publicitaria y diseño en la ciudad de Bilbao en el año 2003. La fotografía, entre otras asignaturas, forma parte de su aprendizaje inicial, descubriéndole un lenguaje inmenso con el que ordenar sus ideas y emociones.


Terminada su formación inicial, trabaja y aprende en labores de diseño de contenidos, productos, servicios y publicidad durante varios años y, sin dejar de estar en contacto con la fotografía, decide en el año 2009 hacer una pausa para profundizar en el conocimiento de la misma como herramienta narrativa, mejorando así sus conocimientos técnicos y adquiriendo mayor sensibilidad artística.


En el año 2013 se traslada a Madrid, donde se forma en fotografía para cine, experimentando el mundo del rodaje y la producción audiovisual, y ampliando de nuevo sus conocimientos técnicos y artísticos. Poco después, la realidad económica y sentimental se impone, y se traslada a Londres, buscando, sin mucha suerte, continuar con su desarrollo profesional e inquietudes. Regresa de nuevo a Madrid a finales de 2014, donde se sumerge de nuevo en trabajos de gráfica y desarrollo de marca, fotografía corporativa y de producto, creando en agencias de marketing y en una enorme multinacional.


Años después, agotado por la adormecedora realidad y la rutina, se marcha a mediados de 2019, inspirado con una idea, aprender del viaje y de personas que habitan en lugares lejanos a lo habitual. Comienza así el proyecto fotografía documental «Nosotros», sus primeros pasos, el Sudeste Asiático.