Sanatorio Antituberculoso de Agramonte. Álvaro Bueno.

Sanatorio de Agramonte.

El silencio de las ruinas. Fotografía de lugares abandonados.

Alrededor de los años 20 del siglo XX, se quiso dar un impulso en la zona de Moncayo, por lo que se intentó varias veces impulsar un proyecto en la zona. No fue posible hasta que en 1927, por la Real Orden Nº 178 del ministerio de fomento del 4 de agosto de 1927, se declaró el Moncayo como Sitio Natural de Interés Nacional de la Dehesa del Moncayo.


En 1934, durante la Segunda República, en una orden ministerial, se cedieron al ayuntamiento de Tarazona unas 40.000 hectáreas de terreno para construir la Ciudad Montaña de Agramonte, en la que irían ubicados un sanatorio, un hotel y varias colonias escolares. El proyecto, iniciado, se paralizó durante la guerra civil y se retomó después de la misma tras varios intentos.


El primer edificio que se empezó a levantar fue el hotel. En aquella época el hotel-refugio tenía instalaciones de agua corriente, baños, calefacción y luz eléctrica. Poseía dos plantas, en la noble, comedor y salón, y en la segunda once habitaciones para huéspedes.


Al estallar la Guerra Civil, el edificio se abandonó, pero ya en mayo del año 1938, se inauguró definitivamente el sanatorio anti tuberculosis a manos del ministro de Orden Público General, Martínez Anido. En agosto de ese año, llegaron al sanatorio las Hermanas de la Caridad de Santa Ana para formar y administrar el sanatorio de Agramonte, junto con la ayuda de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Zaragoza, Aragón y La Rioja para la contratación de enfermeras. El sanatorio daba servicio a quienes no podían pagarse el tratamiento contra la tuberculosis, ya que en esa época no existía Seguridad Social que pudiera ofrecerlo. En un principio solo se trataba a mujeres y a niños, posteriormente, empezó a tratarse también a hombres.


En esa época, el complejo se fue agrandando con dos pabellones, de construcción es más humilde, con suelo hidráulico, no tan lujossos como la entrada principal del sanatorio, donde iba a estar ubicado el hotel, y que tiene los suelos de mármol.


El sanatorio se cerró el 30 de septiembre de 1978, ya que el tratamiento contra la tuberculosis estaba dentro de las posibilidades de la Seguridad Social. Desde aquel año, ha estado abandonado y, actualmente se encuentra en estado de ruina, siendo frecuentado por animales, bestias y gente que comete actos vandálicos, destruyendo y rompiendo lo poco que queda del lugar. En la actualidad, también visitan el edificio, amantes de la parapsicología y de lo paranormal.


Fuente: Wikipedia.